Él me tocó


He touched me, so I live to know
That such a day, permitted so,
I groped upon his breast —
It was a boundless place to me
And silenced, as the awful sea
Puts minor streams to rest.

And now, I’m different from before,
As if I breathed superior air —
Or brushed a Royal Gown —
My feet, too, that had wandered so —
My Gypsy face — transfigured now —
To tenderer Renown —

Into this Port, if I might come,
Rebecca, to Jerusalem,
Would not so ravished turn —
Nor Persian, baffled at her shrine,
Lift such a Crucifixial sign
To her imperial Sun.

Emily Dickinson
*

Desde que me tocó, vivo para saber
que tal día, permitido así,
busqué a tientas su pecho —
Fue un lugar infinito para mí
y en silencio, como el inmenso mar
que se traga los riachuelos.

Y ahora, soy distinta de lo que era antes,
como si respirara un aire superior —
o rozara una Túnica Real —
también mis pies, que tanto habían errado —
mi rostro Gitano — transformado —
en un Renombre más tierno —

Si a este Puerto, pudiera yo llegar,
Rebeca, hacia Jerusalén,
no correría tan extasiada —
ni la Persa, perpleja ante el santuario,
alzaría tal Crucifixión
para su Sol imperial.

traducción de Álvaro Torres Ruiz

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