And all the Dead, lie down —
It was not Night, for all the Bells
Put out their Tongues, for Noon.
It was not Frost, for on my Flesh
I felt Siroccos — crawl —
Nor Fire — for just my Marble feet
Could keep a Chancel, cool —
I felt Siroccos — crawl —
Nor Fire — for just my Marble feet
Could keep a Chancel, cool —
And yet, it tasted, like them all,
The Figures I have seen
Set orderly, for Burial,
Reminded me, of mine —
The Figures I have seen
Set orderly, for Burial,
Reminded me, of mine —
As if my life were shaven,
And fitted to a frame,
And could not breathe without a key,
And ’twas like Midnight, some —
And fitted to a frame,
And could not breathe without a key,
And ’twas like Midnight, some —
When everything that ticked — has stopped —
And Space stares all around —
Or Grisly frosts — first Autumn morns,
Repeal the Beating Ground —
And Space stares all around —
Or Grisly frosts — first Autumn morns,
Repeal the Beating Ground —
But, most, like Chaos — Stopless — cool —
Without a Chance, or Spar —
Or even a Report of Land —
To justify — Despair.
Without a Chance, or Spar —
Or even a Report of Land —
To justify — Despair.
Emily Dickinson
*
No fue la Muerte, pues me levanté,
y todos los Muertos, se tumban —
No fue la Noche, pues las Campanas
sacaron la Lengua, al Mediodía.
No fue Hielo, pues sobre mi Carne
sentí Sirocos — arrastrarse —
ni Fuego — pues mis pies de Mármol
habrían enfriado Presbiterio —
Y sin embargo, supo, a todos ellos,
las Figuras que he visto
colocadas en orden, para un Entierro,
me recordaron, el mío —
Como si mi vida fuera afeitada,
y encajada en un marco,
y no pudiera respirar sin llave,
y fue como la Medianoche, un poco —
Cuando todo lo que hacía tictac — se detiene —
y el Espacio mira a su alrededor —
u Horribles heladas — las mañanas de Otoño,
revocan el Palpitante Suelo —
Pero, sobre todo, como el Caos — Inmóvil — frío —
sin Posibilidad, o Mástil —
o Anuncio de Tierra siquiera —
que justificara — la Desesperación.
y todos los Muertos, se tumban —
No fue la Noche, pues las Campanas
sacaron la Lengua, al Mediodía.
No fue Hielo, pues sobre mi Carne
sentí Sirocos — arrastrarse —
ni Fuego — pues mis pies de Mármol
habrían enfriado Presbiterio —
Y sin embargo, supo, a todos ellos,
las Figuras que he visto
colocadas en orden, para un Entierro,
me recordaron, el mío —
Como si mi vida fuera afeitada,
y encajada en un marco,
y no pudiera respirar sin llave,
y fue como la Medianoche, un poco —
Cuando todo lo que hacía tictac — se detiene —
y el Espacio mira a su alrededor —
u Horribles heladas — las mañanas de Otoño,
revocan el Palpitante Suelo —
Pero, sobre todo, como el Caos — Inmóvil — frío —
sin Posibilidad, o Mástil —
o Anuncio de Tierra siquiera —
que justificara — la Desesperación.
traducción de Álvaro Torres Ruiz
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